martes, 1 de marzo de 2011

La del lenguaje, última peste del milenio.http://www.mediafire.com/?fwsjxnsrkevtayc


Luego de veinte años y por solicitud de innumarables discípulos, condiscípulos y cofrades, publicamos nuevamente el artìculo " La del lenguaje,última peste del milenio", que inicialmente apareció en 1991 en la revista ARTE Y CONOCIMIENTO de la Corporación Universitaria Iberoamericana. En el texto planteamos por primera vez que por razones de dinámica social, sobre nuestra maquinaria simbólica y sus producciones comunicativas caían amenazas insidiosas que nos estaban convirtiendo en patosémicos, verbofóbicos, adinámicos y con un estilo protolinguístico pertubardor. Hoy, hemos afinado tanto la tesis como los argumentos que la sostienen; no obstante, el artículo original sigue siendo significativamente esclarecedor.

JAIRO ANÍBAL MORENO

sábado, 12 de febrero de 2011

Seminario interinstitucional:"PIAGET y la escuela inteligente"

El sábado 19 de febrero de 2010, a las 8am, se llevará a cabo la LECCIÓN INAUGURAL, del Seminario interinstitucional e interdisciplinar: " Piaget y la escuela inteligente". Universidad Distrital Francisco José De Caldas, Sede Macarena, A, Bogotá, Audiovisuales. El psicólogo y Licenciado en Linguística y Literatura, Jairo Aníbal Moreno, presentará la conferencia: " Piaget, el segundo planeta de la psicología moderna". En ella, discutirá los bordes epistemológicos, el sustrato racionalista de la teoría Piagetana y sus aportes a la escuela contemporánea.

viernes, 2 de julio de 2010

En cómodas cuotas mensuales. http://www.mediafire.com/?i2nl2mozuwo

link, para desacargar "En cómodas cuotas mensuales", décimo problema del concurso de comprensión discursiva, CREATIVA-MENTE. Suerte.

jueves, 24 de junio de 2010

SOLUCIÓN DEL PROBLEMA, PARA MÁS SEÑAS

http://www.mediafire.com/?wm1nmjgizoz.
En este link, se descarga la solución del noveno problema del concurso de comprensión discursiva. Se trata de un problema construido de acuerdo con un programa inferencial estricto y simétrico, que desarrolla procesos comprensivos superiores. Felicitaciones y reconocimientos a quienes lo intentaron. Muchas más para quienes lo resolvieron y el doble para los que nos enviaron sus soluciones y comentarios. ( J.A.M)

domingo, 20 de junio de 2010

http://www.mediafire.com/?omi4m5krytj


Por solicitud de muchos concursantes y para atenuar la complejidad del problema PARA MÁS SEÑAS, noveno del concurso intertinstitucional de comprensión discursiva CREATIVA-MENTE, publicamos una nueva entrega con más señas, más datos. Puede descargarse en el link de arriba.

jueves, 3 de junio de 2010

A LAS PATADAS. Octavo problema de comprensión.

Aquí el link, para descargar el octavo problema del concurso interinstitucional de comprensión discursiva: CREATIVA-MENTE. Las soluciones se reciben en signumaulaabierta@hotmail.com

SUERTE
JAIRO ANÍBAL MORENO

http://www.mediafire.com/?q4mxtig3wyq

martes, 1 de junio de 2010

http://www.mediafire.com/?5wmnznioqnz. http://www.mediafire.com/?o3l212o2tzb

link, para decargar los puntajes acumulados del concurso interinstitucional de comprensión CREATIVA-MENTE. Puntajes hasta el problema 7 ( MAESTROTES Y MAESTRAZOS).

PROBLEMAS, SOLUCIONES Y PUNTAJES

Tanto los problemas del concurso de comprensión, como las soluciones y puntajes, se pueden consultar en el FACEBOOK. signumaulaabiertahotmail.com, o en el correo concursocreativa-mente@hotmail.com ( clave. comprender). Problemas técnicos han impedido su npublicación aquí.

Gracias
Jairo Aníbal Moreno

viernes, 7 de mayo de 2010

sábado, 24 de abril de 2010

miércoles, 31 de marzo de 2010

SOLUCIÓN DE ARMATOXTE. TERCER PROBLEMA DE COMPRENSIÓN

http://www.mediafire.com/?ydgzyuzygmy ( link, para mirar resultados)

Estimados concursantes y amigos de CREATIVA-MENTE. Primer concurso interinstitucional de comprensión discursiva,

Enviamos aquí la solución de ARMATOXTE, el tercer problema de la batería de 11 programados. El concurso forma parte de una megaestrategia diseñada para optimizar procesos, operaciones y habilidades psicolinguísticas implicadas en el procesamiento de información verbal.

Agradecemos y apreciamos el entusiasmo de las 2386 personas, que desde distintas esquinas geográficas y desde bien diferentes profesiones y saberes, nos enviaron solución. Más allá del acierto o desacierto, importa saber que el sólo hecho de buscar la respuesta, es gimnasia intelectual que realizada con tesón, amor y rigor, nos hace más fuertes, ágiles, certeros y problamente menos infelices.

Nuestro reconocimiento para todos los participantes. La cita es para el viernes 9 de abril de 2010, día en el que publicaremos nuestro cuarto problema.

Abrazos

JAIRO ANÍBAL MORENO CASTRO

domingo, 28 de marzo de 2010

ARMATOXTE. TERCER PROBLEMA DE COMPRENSIÓN



CONCURSO INTERINSTITUCIONAL DE COMPRENSIÓN
CREATIVA-MENTE
PROBLEMA 3
En las dos páginas siguientes, encontrarás un texto dividido en UN TÍTULO ( aparece desorganizado) y 18 FRAGMENTOS. Tales fragmentos se presentan también de manera desorganizada. Uno de ellos, si bien habla del mismo tema, no pertenece al texto.
El problema tiene tres tareas:
1. Organizar el título (armarlo de manera coherente, sin omitir ni agregar ninguna palabra).
2. Organizar el texto, colocando los fragmentos en el orden más adecuado, sin omitir ni agregar , ni modificar palabras)
3. Señalar cuál es el fragmento que no pertenece al texto.
FICHA TÉCNICA: El nivel de complejidad del problema es MEDIO-BÁSICO, si bien es apto para concursantes con pensamiento relacional (10 años en adelante), por el contenido del mismo se recomienda para adultos alfabetizados (escolares universitarios). Está construido fundamentalmente para evaluar y promover: Análisis y síntesis. No obstante, implica (de manera periférica otros procesos del pensamiento y del lenguaje: significación básica, relación y contextualización inferencial.

y gusta ese que otro compromete juego nos mental tanto Leer,
1. En este instante, el juego lector exige completar el texto con nuevos laberintos. Aquí es imprescindible del lector, vocación crítica, actitud solidaria.
2. audaces y efectivos, deben realizar con notable precisión, con sensibilidad aguda, tres jugadas maestras: Rastrear, encontrar y producir:
3. Y lo es mucho. Y lo es precisamente allí y por ellos quienes por destino y profesión deben alentarlo, antes que sentenciarlo fatalmente a la agonía.

4. El juego se completa produciendo; es decir, agregando al texto nuevos enigmas; otros acertijos. Para ello es necesaria una aptitud bien generosa.
5. ello implica sobrevolar el texto, en-frentár -sele, mirarlo de frente, de perfil, detallar en sus aristas, romperlo su estructura, quebrarle y luego recomponerle su unidad.

6. Tal actividad, milenariamente practicada y que tiene su origen en las cavernarias señas jeroglíficas, es un juego mental igualmente castigado por escuelas y maestros.

7. En fin, rastreando, encontrando y produciendo, la lectura nos protege de desesperanzas, dictablandas y dictaduras (sobre todo de la dictadura de las cifras).
8. Es así cómo la lectura nos lo enseña, además, ahí y tal vez por mucho tiempo, nos suaviza los tedios, nos esconde la modorra, nos modera para siempre los desganos.

9. Asimismo, ella nos rescata de un cautiverio inmerecido, tantas fantasías desde la escuela represadas; nos extradita hacia el futuro, nos convierte en mañosos visionarios.
10. Hace poco afirmamos que la escritura es uno de esos juegos de la inteligencia humana, más alegres y al mismo tiempo más reprimidos en la vida y en la escuela.
11. Por último, en este momento del juego, el jugador requiere sentimiento creador para reinventar el texto, para recrearlo con sus saberes, juicios y prejuicios.
12. Rastrear señales, buscar indicios; encontrar caminos, descubrir enigmas; producir atajos y engendrar sentidos. Jugadas maestras poco atendidas por nosotros los maestros.
13. La primera maniobra es escudriñar de manera paciente - por disimulados o distantes que se encuentren - todos los rincones del texto; la estrategia es entonces, reconocer sus formas, explorar sus escondrijos,
14. Por su parte, “encontrar”, la segunda jugada maestra de este delicioso juego mental, tiene que ver con llenar vacíos, asociar señales, recubrir de contenido los huecos sin sentido.
15. Hoy, en los mismos términos y con no menos emoción, nos referiremos a otra modalidad de juego y de contacto intelectual: el acto de leer.

16. A esta faena memorable, a esta acción en principio simple de colmar de músculo pulposo las formas descarnadas, podríamos llamar significar, descubrir significados.

17. Para comenzar es oportuno destacar que en dicho juego , de suyo emocionante, los grandes jugadores, los mejor dotados , los más ágiles,

18. De ella depende que las contrariedades, las confusiones, las ambigüedades, las incongruencias e inconsistencias textuales queden finalmente en evidencia.

viernes, 26 de marzo de 2010

ARMATOXTE. TERCER PROBLEMA DE COMPRENSIÓN

SALUDAMOS A LOS AMIGOS CONCURSANTES DE LAS DISTINTAS UNIVERSIDADES DEL PAÍS Y DEL EXTERIOR , QUE ESTÁN PARTICIPANDO EN EL CONCURSO DE COMPRENSIÓN "CREATIVA-MENTE" REALIZADO POR SIGNUM AULA ABIERTA Y CONTEXTOS ACEDÉMICOS...EL LINK QUE APARECE A CONTINUACIÓN CONTIENE EL TERCER PROBLEMA (PARA DESCARGAR) LLAMADO "ARMATOXTE". LES RECORDAMOS QUE LA SOLUCIÓN DEBEN ENVIARLA ANTES DEL MARTES 30 DE MARZO, HASTA LAS 11:50 P.M. AL E-MAIL signumaulaabierta@hotmail.com LES DESEAMOS SUERTE... SI AÚN NO HAS CONCURSADO, PUEDES EMPEZAR AHORA, LOS PUNTOS SON ACUMULABLES.


http://www.mediafire.com/?nwzd3jdmwt5

jueves, 18 de marzo de 2010

PUNTAJES ACUMULADOS DEL PRIMER Y SEGUNDO PROBLEMA


Éste es el total de puntos alcanzados por los participantes en los 2 primeros problemas.

http://www.mediafire.com/?wmzekjrdw3g


Aquí , la solución de segundo problema y los puntajes alcanzados por los participantes.


viernes, 12 de marzo de 2010

LINKS PARA DESCARGAR SEGUNDO PROBLEMA DEL CONCURSO "CREATIVA-MENTE"

http://www.mediafire.com/?imunjmwtent WORD

http://www.mediafire.com/?wmnzmi1mnyz PDF

SEGUNDO PROBLEMA DEL CONCURSO DE COMPRENSIÓN "CREATIVA-MENTE"



ÑEQUE, ÑAQUE

Leer es, definitivamente, un juego inteligente y atrevido. Es acertijo, adivinanza curiosa y divertida Capaz de emocionar al más distante, insensible y distraído. Todos jugando a la lectura, viajamos con el alma, volamos con la mente: Unos se acercan a sus sueños; otros, con actitud entretenida, Ríen al constatar que siempre se derrumba la coraza fría de las letras Ante la fuerza y la pasión del navegante. (J.A.M)

Los grupos de investigación, Signum Aula Abierta y Contextos académicos, realizarán un Congreso internacional de Inteligencia y Prácticas lectoras en el próximo mes de octubre. El citado evento se desarrollará en la ciudad de Cartagena y tendrá cuatro salas de debate, llamadas: ÑEQUE, ÑAQUE, ÑIQUI y ÑOQUE.
En la primera, coordinada por los investigadores INÉS ARCINIEGAS, ERNESTO IGLESIAS y ANDRÉS ORTÍZ, se discutirán temas relacionados con la lectura y el pensamiento en escolares básicos; en la segunda sala ( ÑAQUE), Dirigida por los especialistas ANA TEBEROSKY y OCTAVIO HENAO, se presentarán resultados investigativos acerca del proceso mental de comprensión de textos en escolares superiores; por su parte, en la sala ÑIQUI, coordinada por los expertos MARINA ESTEVEZ y RAFAEL AYALA, se estudiará el estado de las competencias cognitivas implicadas en el acto lector de Profesores universitarios; finalmente, la última sala, denominada ÑOQUE, dirigida por los maestros DELIA LERNER, JUAN DELVAL y JAIRO MORENO, concentrará su atención en el análisis de los mecanismos mentales indispensables para la lectura crítica en niños discapacitados.
De acuerdo con la información anterior, resuelva los dos puntos siguientes:
1. Diga en cuál sala deben ubicarse los siguientes personajes públicos, quienes por distintas razones han solicitado invitación al congreso: ÁLVARO URIBE, NOHEMÍ SANÍN, ANTANAS MOCKUS, GUSTAVO PETRO y el Procurador General de la Nación, ALEJANDRO ORDOÑEZ. Además informe, en qué sala deben estar los miembros de Signum Aula abierta y Contextos académicos, ISABEL JARAMILLO, KENIA PEÑA, CÉSAR VÁSQUEZ Y JUBER ARIZA.


2. En el siguiente texto, que anticipa algunas conclusiones del congreso, cambie el nombre de cada mesa por su significado.

Los ÑEQUES, luego de tres días de discusión concluirán que debido a la rutinización y al marcado formalismo de la enseñanza colombiana, los escolares básicos presentan muy bajo desarrollo de las operaciones relacionales necesarias para una lectura superior. De igual manera, los ÑAQUES determinarán que en los estudiantes más avanzados se evidencias severos obstáculos para conectar los textos con sus contextos ideológicos y políticos, hecho que impide lecturas críticas y propositivas más consistentes. Por otra parte, los ÑIQUIS nos alertarán acerca de las dificultades intertextuales que por fragilidad del pensamiento sistémico, se manifiestan en un sector importante de profesores universitarios nacionales; por último, los ÑOQUES, nos demostrarán que a pesar de los evidentes problemas para el procesamiento de información, la población escolar con discapacidad cognitiva, puede acceder a la comprensión creativa de los sentidos textuales.


FICHA TÉCNICA: Nivel de dificultad (Básico)
Es un problema de “conceptos artificiales”. Se trata de un ejercicio construido sobre procesos cognitivos, no evalúa desempeño lector directo; por lo tanto, no exige conocimientos previos (ni disciplinares, ni experienciales). No obstante, por su estructura sintáctica se recomienda para escolares de Educación Superior. Su objetivo es valorar y movilizar procesos deductivos básicos. Requiere operaciones inferenciales intratextuales, observación directa e indirecta, planteamiento hipotético, sensibilidad relacional mínima.

miércoles, 3 de marzo de 2010

Solución, primer problema, concurso CRATIVA-MENTE

Apreciados amigos participantes en el concurso interinstitucional de comprensión CREATIVA-MENTE. La solución del primer problema es la siguiente:


Comprender es una actividad productiva consistente en asociar formas, en principio, vacías, denominadas significantes, con contenidos llamados técnicamente significados. Tal actividad, esencialmente humana, es la razón fundamental que nos separa de la Bestia. Por lo anterior, lastiman mucho el ego del colombiano contemporáneo los informes investigativos que señalan como precarios los desempeños comprensivos de los escolares nacionales. Dicha circunstancia nos hace ver conmovedoramente ingenuos, dolorosamente estereotipados y en la escala filogenética con menos supremacía y cada día más cerca del resto de animales.

Los puntajes se encuentran en el link
http://www.mediafire.com/?rignvoztt10

Quienes enviaron solución y no puntuaron, pueden, lo mismo que quienes no alcanzaron a remitir la respuesta, pueden seguir concursando. Faltan 10 problemas.

El próximo se publicará el viernes 12 de marzo de 2010.
SIGNUM aula abierta
Jairo Aníbal Moreno C.
Director

viernes, 26 de febrero de 2010

CREATIVA-MENTE. LINK QUE REMITE AL PRIMER PROBLEMA DE COMPRENSIÓN: "AL GALOPE"

http://www.mediafire.com/?gthzct2xfmo Descargarlo tecleando en CLICK HERE TO START DOWNLOAD

CREATIVA-MENTE CONCURSO DE COMPRENSIÓN. PRIMER PROBLEMA

Avisamos a los amigos e interesados en el concurso interinstitucional de Comprensión Discursiva, CREATIVAMENTE, que el primer problema está publicado, por ahora, en el facebook de SIGNUM Aula abierta. Esperamos que la solución del problema sea enviada al correo signumaulaabierta@hotmail.com El día lunes 1 de marzo de 2010, a las 11:59 de la noche se cierra la recepción de soluciones. Los resulatados se publicarán el miercoles 03 de marzo de 2010. Quienes quieran recibir los problemas en su correo personal, enviar solicitud al e-mail mencionado anteriormente. Éxitos. Jairo Aníbal Moreno.

domingo, 21 de febrero de 2010

CREATIVA-MENTE: Concurso interinstitucional de comprensión


BASES DE CONCURSO

Los grupos de investigación SIGNUM AULA abierta de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas” y CONTEXTOS ACADÉMICOS de la Fundación Universitaria Los Libertadores, convocan a un concurso abierto e interinstitucional de comprensión con las siguientes especificaciones:

DESCRIPCIÓN GENERAL: Se trata de un concurso abierto en el que los participantes tendrán que resolver diez problemas de comprensión, presentados uno a uno cada 15 días. Los problemas estarán construidos sobre cada uno de los procesos fundantes del pensamiento y del lenguaje: Análisis, síntesis, significación primaria, relación y contextualización inferencial.

PARTICIPANTES: Podrán participar tanto profesores, egresados y estudiantes de las entidades convocantes, como profesionales y estudiantes de cualquier institución educativa y de cualquier disciplina.

ENTORNO TEÓRICO: El concurso es una acción situada en el marco de investigaciones que SIGNUM Aula abierta y Contextos académicos, adelantan actualmente con el propósito de establecer perfiles cognitivos y niveles de desempeño (de profesores y estudiantes) en tareas de comprensión textual. Las investigaciones y el concurso mismo, intentan validar el modelo cognitivo de procesamiento de información, MPOH (Modelo de procesos, operaciones y habilidades), modelo que describe y fundamenta una propuesta de arquitectura del lenguaj.

METODOLOGÍA: Cada quince días se publicará un problema de comprensión en las páginas electrónicas de los dos grupos ( http://www.signumaulaabierta.blogspot.com/, www.contextosacademicos.org), en la red social facebook, de signumaulaabierta, en los correos personales de los participantes que lo soliciten y en carteleras institucionales. El problema debe ser resuelto y enviado antes de 72 horas a signumaulaabierta@hotmail.com,jairoanibalmorenocastro@yahoo.com, rafaelayalasaenz@gmail.com o depositado en urnas especialmente dispuestas para ese fin. Las respuestas acertadas serán valoradas en una escala de 1 a 5, de acuerdo con el tipo de solución y el momento de su recepción. Los puntajes alcanzados en cada problema se acumularán. Permanentemente se publicarán tanto las soluciones de los problemas, como los puntajes acumulados de los participantes.

PREMIACIÓN: El 2 de julio de 2010, en ceremonia académica especial, se realizará la premiación. Se otorgarán menciones especiales y premios en libros a quienes obtengan los tres mayores puntajes acumulados.

PRIMER PROBLEMA: VIERNES 26 DE FEBRERO DE 2010
Lanzamiento, Universidad Distrital, sede Macarena A, audiovisuales.2pm.

Responsable: JAIRO ANÍBAL MORENO.

domingo, 7 de febrero de 2010

Fenomenología y poesía: caminos hacia lo esencial



Carlos Arturo Guevara Amórtegui.
RESUMEN
La fenomenología y la creación poética nos ofrecen maneras de comprender el mundo de lavida, diferentes a las propuestas por las ciencias o el saber convencionales. Rebasando la mera apariencia de los objetos, superando su condición de entes, asumiéndolos desde sus múltiples y complejas relaciones en el tiempo y el espacio de las vivencias del hombre, la fenomenología y la poesía nos remiten a un universo de infinitos horizontes y pliegues en los que es posible encontrar y descubrir verdades esenciales del ser y de su existencia. Esta posibilidad de hallar verdades transcendentales que enriquecen la sabiduría humana sobre el lugar y el papel del hombre en el mundo de la vida (Lebenswelt) es un acontecimiento primordial en el que el lenguaje instaura formas nuevas de expresión y comprensión de tal mundo. La primera parte de este trabajo estará dedicada a una exposición sencilla pero rigurosa de algunas de las categorías básicas de la fenomenología: conciencia, intuición, vivencias, actitud natural y actitud fenomenológica. En la segunda parte se encontrará el lector con un texto en que se abren múltiples horizontes de comprensión del fenómeno poético, teniendo en el lenguaje la dimensión originaria. En la lectura de estas dos partes se irán descubriendo puntos de encuentro que conforman el tejido fundamental sobre el que se construirá la última parte - relativa a las conclusiones - en la que se hará referencia a una inevitable proximidad entre los universos de la fenomenología y la poesía como campos esenciales de la experiencia humana y de los sentidos que emergen en todos los horizontes de las vivencias.
DESCRIPCIÓN Y TESIS
EL PUENTE
El puente es en las mitologías góticas el tenebroso paso hacia el misterio; un misterio que se resuelve en muerte o en sabiduría y triunfo dependiendo de que el caminante se apropie o no de las claves secretas puestas entre los intersticios del sendero. Como herencia gótica, nos queda la imagen del puente tendido entre montañas que desafían los cielos guardando infinitos misterios en su interior, misterios a los que el puente parece proyectar la conciencia del caminante que al atravesarlo siente que al otro lado preexiste un algo extraño o familiar pero siempre asombroso: el asombro que causa lo desconocido, lo peligroso, o el asombro mismo que encierra el abrazo amoroso de la esposa o de los niños; el asombro mismo que esconde la mano tendida de los amigos que presencian la llegada del caminante. El puente no está pues tendido entre dos geografías; los puentes se hicieron y se hacen con el secreto sentimiento de responder a la necesidad del asombro preexistente en lo secreto del interior humano: al atravesar un puente inconscientemente se indaga con curiosidad en la búsqueda de un algo nuevo al otro lado, aunque tal lado nos sea familiar visualmente. Está demostrado que la fatiga visual sobre los objetos no los agota sino que los reduce. Lo mismo pasa con los entornos y los paisajes: nunca terminan, acontecen siempre en distintas tonalidades y matices; se dan desde su misterio a manera de encajes que despliega el viento. Y son estas tonalidades y estos matices siempre diversos los que les dan a los puentes esa especie de poder que ejerce una fascinación similar a la de la serpiente que alela al pajarito. Todo puente es un sortilegio, una especie de encantamiento que nos hace declinar ante las siempre cambiantes formas que configuran el paisaje del otro lado.
El puente simboliza el pasar del hombre de un estado a otro de la existencia. Es el símbolo del trascender de la vida; representa la conciencia de viaje entre el misterio de un lugar desconocido del que provenimos y el misterio de un lugar incierto al que marchamos si es que provenimos o si es que marchamos de algún lugar a otro. En otras palabras, el puente simboliza la unión, la tenue línea que entrelaza un comienzo perdido en la noche de la memoria y un final que se presume adivinar entre las brumas del otro extremo. Es decir, el puente parece llenar el vacío existente entre dos inmensas dimensiones incomprendidas por nosotros. Es un atisbo de conciencia entre un pasado que no nos explicamos y un futuro desconocido del que nos hablan como consuelo las religiones de la esperanza. El puente, simbolizando entonces la vida, constituye el punto cenital de la evolución humana sobre el abismo; de la vida humana sin origen, de la vida humana sin destino, de la vida como accidente misterioso que nos sorprende precisamente en ese atravesar su estructura. Visto poéticamente – ya que la poesía nos libra de la angustia del vacío y nos engaña con la plenitud de lo incierto- el puente puede ser visto también como una especie de arco iris que se empina sobre lo abismal para permitirnos tocar el cielo y regresar luego a la tierra, para sentir aunque sea por un momento el embeleso de lo supremo, el beso de lo absoluto. Por el puente, que simboliza la vida del ser que se pasea por los horrores de la incertidumbre, simulamos trasponer las aguas y los abismos que se ciernen sobre el vacío a nuestros pies. Si nos atenemos a las creencias islamitas, nunca trasponemos tales aguas ni tales abismos: el puente es apenas un camino resbaladizo por el que los condenados se adentran en el infierno.
El anterior texto no se reduce a la simple descripción técnica de un puente para ilustrar acerca de sus dimensiones, sus características, su altura u otras propiedades. En ella no importa el puente como algo corpóreo, como ente meramente físico o como cuestión técnica. Si se pidiera su descripción en términos técnicos, la descripción dada arriba sería inapropiada. El interesado debería, mejor, remitirse a un libro de ingeniería o a un diccionario especializado en el que encontraría todos los datos, medidas y cálculos que lo satisficieran. Pero lo que aquí interesa es aproximarse a lo esencial del puente, a una especie de imagen que trasciende y que se ha ido constituyendo en la memoria de los hombres a través de la suma de experiencias que la humanidad ha tenido o ha podido acumular en su devenir histórico, un devenir que ha dejado su impronta en la conciencia de los hombres. Lo que importa es en realidad la vivencia, el sentido trascendente que el puente ha adquirido a lo largo de los tiempos y en los diversos espacios del hombre. Este sentido, que como se acaba de afirmar, es trascendental en cuanto que nace de las vivencias, nos dice mucho más radicalmente lo que verdaderamente es un puente, nos lleva o aproxima más a lo esencial del puente que lo que pudiera decirnos la mejor de las descripciones técnicas. La descripción técnica, por completa que parezca, no agota el objeto, se agota más bien ella misma por su carencia o su imposibilidad de conectar el objeto, es decir de integrarlo al mundo de los otros objetos y al mundo de la vida, al mundo del hombre como ser que da sentido a las cosas. Por su parte, una descripción como la presentada (fenomenológica), hace infinito e inagotable el objeto, lo enriquece siempre y de manera constante, lo hace inabarcable para las palabras. En esta descripción el objeto, en este caso el puente, se revela como un algo íntimo que reúne todo lo simple y lo complejo que reside o que ha sido puesto en él a través del tiempo. El objeto, o este susodicho puente, queda instalado en un más allá de las meras palabras, se adentra en lo originario, en la dimensión en la que el lenguaje apenas permite el surgimiento de la verdad a través de la intuición. La intuición aumenta, agiganta el valor de la realidad: en esta descripción del puente, se funden todos los puentes que hemos visto, todos los recuerdos de los puentes que hemos atravesado en la vida o en los sueños o en los juegos de la imaginación y además todos los sentimientos que hemos tenido en esas experiencias; también confluyen ahí todas las imágenes de los puentes que han aparecido en las lecturas que hayamos hecho, todos los imaginarios y fantasías que hemos escuchado sobre el misterio de los puentes y sobre todas las cosas que con él se han podido relacionar; en síntesis, un mundo infinito, inagotable e inabarcable para nuestras limitadas facultades de comprensión racional; un mundo en que se hallan inscritas verdades trascendentales de la vida humana, del mundo de la vida, del Lebenswelt.
En este escrito se presentará una argumentación que defiende la siguiente tesis: Existen entre fenomenología y poesía unas relaciones múltiples y complejas tanto en el tiempo como en el espacio de las vivencias del hombre, relaciones que nos remiten a infinitos horizontes en los que es posible encontrar y descubrir verdades esenciales del ser y de su existencia. Se trata pues de mostrar tanto en la comprensión de una y otra la consubstancialidad inevitable que las hace esencialmente familiares.
En primer lugar, queremos hacer una aproximación al tema de la fenomenología y especialmente al de la descripción fenomenológica. Luego intentaremos explicar el fenómeno poético para poder trazar líneas que permitan pensar que existe una especie de fusión en el horizonte de la descripción fenomenológica y la poesía.
Partiremos de interrogantes concretos que intentamos resolver de manera sencilla y breve: ¿Qué es y de qué se ocupa la fenomenología? ¿En qué consiste la descripción fenomenológica? ¿Qué se propone la descripción fenomenológica? ¿Qué es lo poético? ¿Es posible que tanto la descripción fenomenológica como la descripción poética permitan alcanzar lo esencial de las cosas del mundo de la vida?
PRIMERA PARTE
LA DESCRIPCION FENOMENOLOGICA
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Apoyados en el pensador alemán Edmund Husserl, partimos de la afirmación de que delante de nosotros existe el mundo, un mundo inmediato, real, compuesto de cosas y hechos que se extienden tanto en el espacio como en el tiempo. Se da por hecho igualmente la existencia de la conciencia como una presencia anterior a todo proceso de percepción. Hay una conciencia pura; “la conciencia tiene de suyo un ser propio” – dice Husserl- que es conciencia del mundo real, conciencia de la realidad “natural”. De otro lado, la “percepción misma es lo que es en el fluir constante de la conciencia y ella misma es un fluir constante” (Husserl Edmund. 1986. Pág. 92). Así, el mundo, este mundo, es percibido o experimentado gracias a la existencia de la conciencia, ya sea mediante los sentidos o mediante la intuición. Podemos ver por ejemplo un objeto que esté delante de nosotros: un árbol, una mesa, una montaña, una casa o una persona, un animal, etc. Podemos también escuchar sus voces, sus sonidos, los ruidos que producen al desplazarse; podemos igualmente sentirlos si nos tocan o nos rozan al pasar; podemos de igual manera gustar un alimento o el sabor delicado de una fruta, etc. Es decir, los sentidos nos contactan con el mundo y nos permiten percibir los objetos o los hechos que están ahí en ese mundo. No obstante, además de la facultad de percibir los objetos mediante el empleo de los sentidos, es decir, de manera directa; los objetos o los acontecimientos pueden ser aprehendidos o presentidos, gracias a la facultad de la intuición: Podemos adivinar o visualizar los objetos que están, por ejemplo, fuera de la habitación en que estudiamos: los vemos, están ahí, nos percatamos de su existencia, entran en nuestro campo de conciencia aunque no entren en nuestro campo de percepción visual o auditiva o táctil, etc. En otras palabras, una percepción no necesariamente está respaldada por la presencia del objeto como elemento corpóreo. Puedo imaginar las voces y los gritos de los niños que juegan en el potrero, puedo tener la sensación del frío o del calor; puedo verme lanzado a visualizar paisajes, objetos, seres vivos, plantas o cualesquier otros elementos que no necesariamente estén cerca a mí como cuerpos ciertos sino que estén a muchos quilómetros de distancia o a una distancia infinita. Puedo de repente perderme en la ilusión de dialogar, discutir, trabajar, etc. con otro u otros que no estén precisamente junto a mí, que pueden estar en otro país o que inclusive pueden haber muerto; escucho sus voces, los veo reaccionar, moverse, etc. Es decir, mediante la intuición puedo traer el mundo entero hacia mí; el mundo que se extiende a mi alrededor en el tiempo y en el espacio. Veo en la realidad o visualizo mediante la intuición un mundo entero de objetos o de hechos que es infinito no solo en el orden espacial sino también en el marco del tiempo. Es posible para mí acceder a objetos que se encuentren en el pasado, perdidos en mis recuerdos o que se encuentren en este tiempo presente o inclusive en un futuro. Puedo apercibir seres, objetos o acontecimientos que se hallen en otro país, lejos, muy lejos, o simplemente que estén a mi alrededor. En síntesis, hay un mundo que está siempre a nuestro alcance, a la mano, inevitablemente y al que accedemos gracias a los sentidos o a la intuición. Pero, tal mundo no se encuentra ante nosotros en forma de cosas o de acontecimientos como algo frío, como algo afectivamente neutral, como un algo vacío de valor. Por el contrario, el mundo se extiende para nosotros en el tiempo y en el espacio como un conjunto de seres, de cosas, de acontecimientos a los que llenamos de valor, de significación, de afectos o desafectos y, en general, de sentimientos. En otras palabras, sentimos el mundo que se extiende ante nosotros en el tiempo y en el espacio. Escribe Husserl: “… El mundo esta persistentemente para mí “ahí delante”, yo mismo soy miembro de él, pero no está para mí ahí como un mero mundo de cosas, sino, en la misma forma inmediata, como un mundo de valores y de bienes, un mundo práctico.” (Husserl, Edmund. 1986. pág. 66).
Ahora bien, cuando nos instalamos o cuando nos encontramos frente al mundo en la forma como se ha descrito en las líneas anteriores, de acuerdo con Husserl, estamos ante el mundo en actitud natural. Pero dicha actitud natural debe ser radicalmente superada. Hay dos opciones: de un lado la perspectiva técnico-científica, culpable de engendrar una forma incompleta y hasta peligrosa de comprender y asimilar el mundo. La actitud científica de tipo positivista ha originado, según Husserl, una dirección equivocada en la manera en que percibimos el mundo y en la manera en que le damos valor. Esta forma errónea de ver y apreciar el mundo se hace patente cuando se toman los objetos como meros elementos de exploración técnica, cuando son reducidos al ámbito matematizable o matemático en que sólo se les mira en los aspectos mensurables, calculables, pesables. Este concepto de tipo positivista que – de acuerdo con Husserl – es una forma residual de ver el mundo y las cosas pues todo lo reduce en beneficio de lo formal y en sacrificio de lo esencial, nos aparta de lo sustancialmente valioso, de lo verdadero de los objetos y de los acontecimientos del mundo. La mirada técnico- matemática utiliza un tipo de razón que excluye las cosas, los seres y los hechos, del mundo efectivo de la vida o Lebenswelt, Con este reduccionismo a favor de lo técnico, se ha caído en el peligro de las ciencias o de las disciplinas especializadas que nos apartan o nos impiden una comprensión unitaria o de conjunto de los seres y objetos del mundo y nos desvían hacia una manera aislada, incompleta de ver las cosas sin sus relaciones e interdependencias naturales que las harían más comprensibles y nos permitirían aproximarnos al descubrimiento de la verdad esencial que las compone en el mundo. En síntesis, las cosas vistas desde modelos puramente positivos, no tienen, según nuestro autor, en forma aislada, una significación verdadera y esencial sino apenas una manera incompleta de ser presentadas o entendidas. Las cosas significan esencialmente en cuanto forman parte del conjunto del mundo, en cuanto se relacionan con las demás, en cuanto acontecen de manera interdependiente con las otras cosas y los otros seres, en cuanto participan en la composición del verdadero mundo de la vida. El hombre mismo se ha convertido en un objeto intrascendente y desconectado del mundo; ha perdido el sentido esencial de sí mismo; no encuentra su ser extraviado en la soledad que lo circunda; erra y vagabundea sin arraigo, va entre las cosas sin percatarse de su necesidad de compenetrarse con ellas; el mundo ha perdido el encanto y el sentido esencial y ha quedado convertido en un lugar de fuga permanente, en un sitio que no concilia al hombre, en una especie de horizonte solitario en que el hombre sucumbe víctima de la desesperanza.
Pero, como alternativa a esta tendencia de la técnica y del instrumentalismo que ha llevado al hombre a la pérdida de sí mismo, Husserl propone una actitud fenomenológica. En la perspectiva de la fenomenología, los objetos, los acontecimientos, las cosas del mundo pierden la apariencia engañosa a que los ha reducido la reducción positiva y recuperan sus múltiples sentidos, su esencia efectiva, su mundo de la vida.
La fenomenología es, en consideración de Husserl, la nueva ciencia, la ciencia de la conciencia pura trascendental, una ciencia que propone un nuevo método, el de la reducción fenomenológica, como forma de acceso a lo esencial de las cosas. El investigador, o el filósofo que quiera reflexionar sobre la esencia de las cosas, ya no puede apoyarse en los alcances de su conciencia crítica, en la suma de sus creencias o de sus prejuicios sobre las cosas del mundo; creencias, prejuicios o conocimientos aparentes acumulados a lo largo de su existencia como producto de las diversas experiencias históricas, culturales o científicas en que ha participado. El filósofo o el investigador deben situarse en otro ámbito, un ámbito en que se haga posible alcanzar la conciencia pura. Lo primero es que el mundo, como actitud natural, debe ser colocado entre paréntesis; “de igual modo – añade Husserl - deben sucumbir al mismo destino – es decir, a ser colocados entre paréntesis- todas las teorías y ciencias que se refieren a este mundo, por estimables que sean y estén fundadas a la manera positiva o de cualquier otra.” (Husserl, Edmund. 1986. Página 74). En otros términos, en la actitud fenomenológica, el mundo tal como se experimenta desde la actitud natural y todas las teorías que tengamos sobre él, prácticamente no valen nada; se requiere dejar todo ello de lado, ponerlo entre paréntesis para que se haga posible adentrarse en la vivencia pura. Este poner entre paréntesis – de acuerdo con Husserl- constituye la epojé o reducción fenomenológica que es el punto de partida indispensable para pasar a un estado trascendente de las cosas, más allá de la mera percepción. Por la epojé se llega a un estado de conciencia pura, de vivencia pura en que las cosas ya no importan como cosas en sí sino como vivencias mismas. La cosa como vivencia pertenece al terreno de la fenomenología. Es como vivencia que la cosa trasciende.
En esta percepción reducida, en esta epojé o vivencia fenomenológica pura, la cosa, el objeto, es inherente a su esencia; no se pueden separar; la cosa como vivencia es la que importa. Las cosas, percibidas desde las vivencias están compuesta como por capas y grados, es decir están constituida por muchos elementos que les dan significado y las amplían a la comprensión: los recuerdos, las valoraciones, los afectos, los sentimientos matizan, llenan de sentidos las cosas. Es decir, las cosas están como rodeadas de determinaciones, de asociaciones, de relaciones que nunca se agotan, que nunca terminan y que, por el contrario, las enriquecen permanentemente y les aportan sentidos siempre nuevos. Es gracias a la reducción fenomenológica como se hace posible avanzar hacia una “nueva región” del ser de las cosas, hacia lo esencial de ellas, hacia lo originario. En ella el objeto se da, acontece, se revela en múltiples determinaciones, en múltiples vías que le dan siempre nuevos sentidos y lo llenan de manera infinita. La descripción fenomenológica toma los objetos o los hechos en cuanto se manifiestan al sujeto y atiende a lo que se da en ellos o con ellos, es decir a las determinaciones, relaciones, asociaciones, vivencias en general, y excluye todo juicio o tesis sobre la cosa real. Es decir, se hace caso omiso de la cosa real, se evita todo juicio empírico sobre ella como objeto real; en cierta medida se ignora para instalarse en la descripción de lo vivencial del objeto, de lo esencial. Esto no debe hacer pensar que las cosas en cuanto cosas no son importantes: La cosa árbol es fundamental para poder tener la vivencia del árbol; se requiere la experiencia del árbol para poder pasar a su vivencia. El árbol en cuanto cosa, en cuanto árbol, es inherente a su esencia; pero para la fenomenología, lo que importa es el árbol como vivencia esencial. Husserl dice al respecto del ejemplo del árbol que la cosa árbol puede desaparecer, ser cortado, quemarse; pero el sentido, lo esencial, lo inherente a la percepción permanece, no desaparece, no arde. La vivencia esencial del árbol y todo lo relativo a ella, lo indesligable de la vivencia – en una palabra: el eidos - no puede ser reducido o asimilado de manera directa a la cosa física, al noema o cosa concreta. En términos simples: Lo que importa en el campo fenomenológico es lo percibido en cuanto vivenciado – en cuanto eidos, es decir esencial- aunque se entienda que esto vivenciado tenga o requiera de su correspondiente noema, es decir de su objeto “real”. Para sintetizar, y en otros términos: para poder tener la vivencia de un árbol se requiere que exista la cosa árbol. Pero la descripción fenomenológica es en realidad la descripción de lo que se tiene delante como vivencia pura, como eidos, como objeto inmanente de lo que el sujeto experimenta, no la descripción de la cosa como cuerpo cierto, no como una especie de cosa imagen que se percibe directamente, asunto éste que puede ser de la preocupación de la ciencias positivas o de la sicología pero no de la fenomenología que se atiene a la vivencia pura en que se coloca entre paréntesis (epojé) el objeto real para poder alcanzar sus sentidos. La imagen del árbol no es una vaga huella que queda en la conciencia, como un trasunto, como un remedo, por la percepción del objeto concreto; la imagen esencial del árbol corresponde a una conciencia organizada, a un conjunto de relaciones y circunstancias que hacen que el árbol sea algo más que un mero simulacro, circunstancias que le dan al árbol la calidad de entidad esencial, llena de sentidos que el sujeto vivencia más allá de la cosa simple árbol concreto. En la corteza de ese árbol pudo alguien haber escrito el nombre de la amada; pudieron posarse las aves, hacer sus nidos durante años y cantar en los atardeceres; pudieron retarse los compadritos y guarecido el caminante en una noche al descampado;
CIEN AÑOS*
Tronco añoso/ tu corteza muestra altiva/ como fieras cicatrices/ los grabados de cien tajos/ de iniciales y de dobles corazones/ que sangrando los llevaban las palomas en sus picos.
I
Viejo ombú,* tú estás soñando,
como un abuelo olvidado,
todo un glorioso pasado,
Acaso estás recordando.
II
Con tu raíces viboriando
y tu copaza vencida,
O como un resto de vida
que a la muerte está esperando.
III
Bajo tu sombra sestearon,
Los matreros perseguidos,
Y los pájaros sus nidos
En tus ramas se colgaron.
IV
Junto a vos se desafiaron
Santo Vega y Juan, sin ropa,
Y en lo más alto de tu copa
Las estrellas se enredaron.

Cuántas veces el terrible pulmonazo del pampero/ te arreció pa` voltiarte los nidales donde el ave puso el beso/ puso el piar de sus amores / y sus cánticos de sol.
V
Ombú que fuiste florido,
Como el alero de un rancho,
Hoy te saluda el carancho*
Con un fúnebre chillido.
VI
Por tu esqueleto aterido,
El viento pasa llorando,
Cien años vas aguantando
Mi viejo ombú carcomido

*Cien Años: Tradicional canción argentina, compuesta y escrita por Agustín Magaldi.
*Ombú: Árbol fitolacáceo de América, llamado también Bellasombra.
* Carancho: Ave rapaz, en Argentina.
La cosa árbol, el ombú, puede desaparecer, caerse, morir, podrirse. Pero la vivencia del ombú, lo esencial, lo inherente a la percepción permanece, no desaparece, no arde, se hace poética, emerge como realidad fenomenológica.. La vivencia esencial del árbol y todo lo relativo a ella, lo indesligable de la vivencia – en una palabra: el eidos - no puede reducirse a la simple cosa física árbol. Repetimos: lo que importa en el campo fenomenológico es lo percibido en cuanto vivenciado – en cuanto eidos, es decir esencial- aunque se entienda que esta vivencia haya sido solo posible por la directa existencia, en un momento y lugar dados, de su correspondiente noema, es decir de su objeto “real”.
Estas vivencias, imágenes esenciales cuyos sentidos infinitos nacen de las remisiones que en el tiempo y el espacio han acontecido, le dan al árbol un carácter trascendental, un significado que relaciona múltiples e infinitos instantes, hechos y objetos, que se articulan en una especie de conjunto, en una especie de universo originario en que se da o acontece un orden sistemático único que matiza y llena de vida al objeto más allá de su condición de simple ente. En (y por) la vivencia, el objeto gana su ser, es decir acontece, deviene en infinitud.
En resumen, en la actitud fenomenológica, las cosas importan no como cosas sino como vivencias y es como vivencias como trascienden y se hacen esenciales. Una cosa es la casa como simple casa, como objeto de la realidad; otra cosa es la casa de mi infancia, llena de recuerdos, de voces y colores, de rumores, de imágenes; es decir, la casa como vivencia esencial y pura.
SEGUNDA PARTE: EL FENOMENO POETICO
Luego de esta breve aproximación a la descripción fenomenológica, ensayaremos una descripción del fenómeno poético con el fin de poder aclarar las fecundas relaciones entre la descripción fenomenológica y la poética.
Partimos de la afirmación de que la poesía es ante todo un fenómeno del lenguaje. El lenguaje debe ser visto, para nuestro propósito, como la instancia desde la cual es posible la constitución de sentido del mundo. No tomamos el lenguaje como un cuerpo limitado a su forma natural utilizado para los efectos comunicativos en perspectiva lingüística, enmarcado en reglas de una gramática precisa y clara que deba atenderse. El lenguaje, en el orden de nuestra argumentación, es en realidad un poder que permite fundar el mundo, fundar el sentido de las cosas y de la experiencia humana, crear una verdad de las cosas mucho más allá de la simple correspondencia entre las palabras - como mero fenómeno empírico - y las cosas concretas; es decir mucho más allá de una correspondencia entre cosas y palabras (adaequatio rei et intellectus). En el lenguaje se resume el mundo; en una palabra está el universo todo. Jorge Luis Borges lo ilustra magistralmente en un texto titulado La escritura de Dios, en El Aleph : “Consideré que aun en los lenguajes humanos no hay proposición que no implique el universo entero; decir el tigre es decir los tigres que lo engendraron, los ciervos y tortugas que devoró, el pasto de que se alimentaron los ciervos, la tierra que fue madre del pasto, el cielo que dio luz a la tierra.” (Borges Jorge Luis. 1974. Págs. 597-598.)
Hans Gadamer, en Arte y Verdad de la palabra, considera que la constitución de sentido es una propiedad de la visión poética y literaria; es decir, la poesía en su más amplia y pura significación genera un orden del mundo que no se corresponde con el orden positivo, con el orden “natural” en que están dadas las cosas en la realidad convencional. Constituir nuevos sentidos del mundo equivale a fundar permanentemente nuevas posibilidades o facetas del ser de las cosas, apartándose de los marcos finitos en que se les encierra en el mundo ordenado de lo convencional. Es en la visión poética donde surge un lado, un pliegue de la palabra que nos remite a una verdad, a una nueva manera de darse el mundo, una manera particularmente nueva, deslumbrante, fresca, una forma que no puede agotarse en el traslado o presentación bajo la forma de conceptos de orden lógico. Hay, en efecto, un orden, un carácter metafísico de la palabra y es por este carácter metafísico que se hace posible el acontecimiento poético. En el universo de la visión poética, la palabra pareciera dejar de ser expresión directa de un referente cósico, y ser ella misma el centro de su expresión, es decir palabra que es a la vez ente y ser, mundo único y propio. Puede afirmarse categóricamente que en la visión poética solo existe la palabra, una palabra que es al mismo tiempo forma y contenido, cuerpo y alma, entidad creadora y a su vez entidad reveladora de mundos, palabra dadora de mundos, palabra que nos instala, que nos lleva a habitar en una dimensión no cotidiana, no cósica sino espiritual de la existencia.
Heidegger en su ya citada obra recurre al término griego aletheia para indicar una manera de revelar el sentido auténtico de la palabra poética. Esta aletheia, esta desocultación de la verdad acontece - según tal autor - en la poesía; es en ella como se nos revela una verdad del mundo. La poesía – según él - abre el mundo de los entes, impulsa o favorece una apertura del mundo hacia nuevos horizontes de sentido; en síntesis, de acuerdo con Heidegger, la poesía pone en operación una darse de la verdad, desoculta el ser. Además, considera el autor alemán, que la poesía, que es en sí lo poético, reside sin duda en todas las formas del arte: la música, la pintura, la literatura, la escultura, la arquitectura son formas de darse de lo poético, son manifestaciones o daciones del espíritu de la poesía; en ellas acontece la verdad y la verdad no puede ser otra cosa que poesía, o –en términos Heidegger- la poesía es un modo de proyectarse la verdad; la poesía hace patente una verdad histórica del Dasein, del ser, en fin, del hombre. A través de la visión poética o gracias a ella “pasamos de súbito a estar donde habitualmente no estamos” (Heidegger, Martín. 1995. Pág.62), se nos “desoculta” un espíritu particular de las cosas, se revela su ser, acontece la verdad en cuanto darse lo que es. En la obra de arte, pues, no se reproducen las cosas, los entes como tales, sino que en ella se revela lo esencial de ellos, es decir acontece la poesía, reluce la verdad.
Gadamer en su obra ya también citada, refiriéndose a la palabra poética considera que la palabra es diciente cuando nos remite a un más allá de su representación concreta; quien se queda en lo concreto de la palabra, no accede, pasa por alto lo que la constituye como poesía, pierde el poder ser de la palabra. Si, como anotábamos antes, en la visión poética la palabra deja de ser expresión directa de un referente cósico y ella misma se constituye en el centro del mundo, en ente y ser, entonces podemos decir que ninguna cosa, incluidas las palabras como tales, es decir como entes, ninguna cosa es un objeto poético; lo que hay es la representación poética de los objetos del mundo, lo que hay son formas de darse el ser de las cosas, el ser de las palabras y, en síntesis, el ser del lenguaje.
Porque la poesía, hay que insistir, es ante todo revelación del espíritu del lenguaje, desocultación del universo múltiple e infinito del lenguaje que no se reduce a ser mero instrumento nominador de los objetos. “Lo que es el lenguaje como lenguaje y eso que buscamos como verdad de la palabra no es inteligible partiendo de las formas “naturales” – así se las conoce – de la comunicación lingüística, sino que, al contrario, esas formas de la comunicación son inteligibles en sus posibilidades propias partiendo de aquel modo poético del hablar. La formación poética del lenguaje presupone la disolución de todo lo “positivo” de todo lo que es válido convencionalmente (Holderlin). Pero esto quiere decir precisamente que esa formación es creación del lenguaje y no aplicación de las palabras con arreglo a reglas ni constitución de convenciones. La palabra poética instaura el sentido.” (Gadamer, Hans George. 1988. Página 42).
No podemos estar por fuera del lenguaje; sin él no existe el mundo, sin él no existiríamos nosotros mismos. Sólo existimos por y como lenguaje. El lenguaje nos testifica como conciencias; solo por él podemos decir de nosotros y del mundo. Sin el lenguaje podríamos inclusive existir pero no nos percataríamos de nuestra existencia como no se percatan el agua o los árboles o los animales mismos de su existencia en el mundo. No podemos imaginar una realidad que existiera al margen del lenguaje. Hay que repetir con Heidegger que el lenguaje es efectivamente la casa del ser y así, lo poético es revelación, es desocultación de los múltiples sentidos del ser en casa del lenguaje, que es su lugar originario y esencial.
Gaston Bachelard en La poética del espacio dice que en lo poético el alma revela su presencia, es decir, y en plena concordancia con Heidegger, en la poesía se hace patente lo esencial del ser. Para Bachelard, como también para Borges, lo poético aparece de repente, en el instante en que el alma se refugia en una especie de intimidad; y decir intimidad, en este caso, es tanto como decir originario: un estado de descubrimiento trascendental en que el hombre experimenta la dación de una verdad de sí en el mundo. Para Borges, las palabras tienen un lado mágico que es el que nos lleva a descubrir la poesía; somos tocados por la magia de las palabras y entramos en el reino de lo poético, de lo íntimo, de lo asombroso, en fin, de lo originario.
A través de la poesía es como llenamos el mundo de humanidad, es decir, a través de la poesía, les damos a las cosas un sentido o sentidos esenciales que han nacido necesariamente en nuestra experiencia de mundo. Llenamos de humanidad el mundo cuando acercamos las cosas, los entes, a nuestros afectos, es decir cuando les damos un valor que nace de las vivencias entre y con ellos. Llenar de humanidad o humanizar algo: una casa, un paisaje, un atardecer, un pedazo de pan, un humilde zapato, es darles a tales entes, a tales cosas, el peso específico que poseen en nuestra alma, el valor esencial que tuvieron o que han tenido en nuestras vivencias. Llenarlas de humanidad es encontrarles revelaciones de su ser que nos afectan, que nos remiten a lo esencial; es ponerlas en clave humana, refugiarnos íntimamente en ellas, sentirnos absorbidos por una fuerza que se ha generado en las duras luchas de nuestra existencia en medio de las cosas del mundo a las que proveemos de ser, y cuyo ser trasciende en nosotros ya que tales cosas, han estado presentes en nuestros afanes y en nuestro trato con el mundo.
la casa antigua / Siento su roja tibieza / Viene de los sentidos del espíritu. (Jean Wahl, citado por Bachelard, Gaston. 1995. Pág.80)
Sueño con una casa baja, de altas ventanas / con tres peldaños viejos, lisos y verdinosos / morada secreta y pobre como una estampa antigua / que solo vive en mí, y donde entro a veces / para olvidar, sentado, el día gris y lluvioso” (André Lafon. Citado por Bachelard, Gaston. 1995. Pág. 82).
“Una casa erigida en el corazón / Mi catedral de silencio / Reanudada cada mañana en sueños / Y cada noche abandonada / Una casa cubierta de alba / abierta al viento de mi juventud. (Jean Laroche. Citado por Bachelard, Gaston. 1995. Pág. 86)
En estas descripciones poéticas se están instaurando sentidos de la casa que no existían antes ni pueden existir por fuera de esta dimensión poética. Porque es lo que el lenguaje tiene de poético lo que instaura y revela el sentido nuevo de las cosas, lo que lleva a la desocultación de una verdad esencial más allá de la representación del objeto concreto, más allá de la casa como mera instancia cósica. Aquí se siente ese roce de la poesía del que nos habla Borges en su obra Arte poética. Es por este lado poético del lenguaje, lado que cualquiera puede descubrir de repente, que todos sabemos qué es la poesía, aunque no pueda ser definida en términos simples. Sabemos que toda definición empobrece el mundo al reducirlo a su componente meramente objetivo, y la objetividad, lejos de lo que puede pensarse, no nos aproxima a la verdad del mundo. La poesía, por el contrario, al no ser objetiva, revela los pliegues de la realidad y nos desoculta un mundo en el que es posible encontrar la verdad. Las “casas” de estos versos se constituyen, de repente, en un momento, en el centro del mundo; “casa” en estas imágenes, no es lo entico, no es una palabra que se agota en su referente; “casa” nos lleva a lo esencial, al ser del ente. En este caso, “casa” como objeto concreto, si a ello se refiriera el poema, no sería un objeto poético y no estaríamos en presencia de la poesía. “Casa” emerge, surge como poesía, cuando revela y evoca los pliegues que se han tejido en la intimidad del hombre a través de sus sueños, a través de sus vivencias con el ente casa, ente que se da o que acontece significativa y poéticamente solo en sus múltiples relaciones con otros entes puestos en relación en las vivencias, puestos significativamente en relaciones de causalidad al decir de Sartre. Lo poético está en realidad en la forma de darse de la casa, en lo patente de su ser: Las “casas” de dichos versos son “casas” extraviadas en las anfructuosidades, en los quiebres del tiempo y del espacio y que aparecen, de repente, llenas de color y nostalgia, henchidas de sentidos nuevos, prestas a ser vivenciadas desde la intimidad, dispuestas a dejarnos acercar para habitar en lo originario; “casas” que nos hacen dación de una verdad en el mundo como es el sentimiento de la necesidad de un refugio, del sentimiento de la necesidad de una paz cósmica y augusta que nos promete una especie de felicidad perdida y deseada. La palabra “casa” se llena de magia y en ese instante somos tocados por la poesía.
Sartre en su obra Escritos sobre Literatura 1, expresa maravillosamente lo anterior cuando escribe: “Si el pintor nos representa un campo de flores o unas flores en un florero, se trata de ventanas abiertas al mundo; ese camino rojo que se pierde en los trigales lo recorremos hasta mucho más allá de lo pintado por Van Gogh, entre otros trigales, bajo otras nubes, hasta un río que se pierde en el mar. Y prolongamos hasta lo infinito, hasta el otro extremo del mundo, la tierra profunda que sostiene la existencia de los campos y de la finalidad. De modo que, a través de algunos objetos que produce o reproduce, el acto creador persigue una recuperación total del mundo. Cada cuadro y cada libro es una recuperación de la totalidad del ser; cada obra de arte presenta esta totalidad a la libertad del espectador.” (Sartre Jean Paul. 1985. Página 207)
“Tenías quince años, Lucía Herreros, y la vida se te venía injustamente, precavida en ella, el adiós en ella, la violenta contención. Silbos de pájaros escondidos, alas de mariposas, hojas desprendidas de las altas ramas, retazos de crepúsculos tirados a la noche. Donde estés, Lucía Herreros. Donde escuches un canto y un sollozo. Donde el vacío tenga la medida de tu soledad. Aquí estoy yo, Medardo, tu hermano, el que lloró tu agonía. Dulce Lucía Herreros, voz sin eco, fuerza sin voz, canto sin palabras. Desde este lado de las cosas te llamo.” (Mejía Vallejo, Manuel. 1991 Pág. 347)
Y en el anterior fragmento del escritor antioqueño Manuel Mejía Vallejo, vida y muerte son presentadas como contrapartes, pero, a la vez, como condición una de la otra. La vida es este lado, la muerte el otro lado de las cosas; las dos, el universo entero de la existencia. El amor de uno es la compensación de la ausencia del otro; la vida como compensación de la muerte, la muerte como continuidad de la vida. La niña muerta en los quiebres, en las nebulosas del tiempo, surge de nuevo en la memoria, se va rehaciendo retazo a retazo y con una vivacidad fulgurante; no se hace ningún esfuerzo por organizarla dentro de un supuesto orden; su presencia surge en esa intimidad, en esas intuiciones imprecisas de la vida interior tan llenas de sentidos. Estas opacidades del pasado que se recompone pedazo a pedazo, estas evocaciones que se conforman como intermitencias del alma, tienen el poder de acercarnos a lo esencial, a lo infinito, a lo que no se puede enredar simplemente en el ámbito práctico de las palabras sino que se extiende hasta el punto de que ellas, precisamente, se hacen inauguradoras de un mundo nunca antes sospechado: las palabras son así fundadoras de mundo, dadoras de mundo y de verdad. La palabra poética, aquí y en todos los ámbitos, tiene la opacidad de lo infinito; en cambio, la palabra supuestamente objetiva solo sirve para determinar una especie de cantidad o cualidad finita y matematizable.
Como final de esta segunda parte quiero retomar a Borges, en un poema que aparece en su libro de 1925, Luna de Enfrente. En él, Borges hace una evocación en el tiempo, no en el tiempo pasado como la palabra evocación podría indicarlo, sino en esa dimensión del tiempo pleno y absoluto en que Borges inscribía el universo todo, dimensión en la que el tiempo lineal y matematizable, tal como lo conocemos, no constituía el fundamento de su creación poética. Acontece en el poema la recreación originaria (creación en el tiempo absoluto) de una vivencia pura a la que concurren las imágenes múltiples que permiten experimentar el mundo desde una contemplación trascendental, es decir, desde la epojé, que supera la simple percepción de las cosas y los seres – en este caso la joven “objeto” del poema -, hasta el punto en que estos ya no importan como tales sino como vivencias, como remisión infinita y permanente de sentimientos y recuerdos que les dan sentidos nuevos y los tornan inagotables. Gracias a la intuición, tal como la asumimos en la primera parte, es que se hace posible acceder a esas regiones invisibles del ser, llenas de verdad. Germán Vargas y Harry Reeder, en su obra Ser y Sentido, hablando de la intuición nos dicen algo que viene al punto de este poema: “la intuición es pura dýnamis que no solo ofrece las dimensiones de “lo dado” - (es decir la joven del poema. Nota del autor)- en los datos de la sensación, sino en el plus que ofrece la percepción; y en ella las activaciones y despliegues de la imaginación, de la imagen, de las variaciones imaginativas. En sí no es posible “captar” lo “dado en persona” sin que al mismo tiempo se despliegue un “torrente de vivencias” en cuyo caudal no se pueden discriminar y “poner en su sitio” las emociones, los sentimientos, las imágenes, los fantasmas, las fantasías, las representaciones, las presentificaciones, etc. (Vargas, Germán y Reeder, Harry 2009). En resumen, gracias a la posibilidad misma de incorporar el poema a la epojé, podemos avanzar hacia “regiones” inesperadas y nuevas del ser, hacia lo esencial y lo originario de las cosas y los seres:
AMOROSA ANTICIPACION
Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta
ni la costumbre de tu cuerpo, aun misterioso y tácito y de niña,
ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras y silencios
serán favor tan misterioso
como mirar tu sueño implicado
en la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria del sueño,
quieta y resplandeciente como una dicha que la memoria elige,
me darás esa orilla de tu vida que tú misma no tienes.
Arrojado a quietud, divisaré esa playa última de tu ser
y te veré por vez primera, quizá,
como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo,
sin el amor, sin mí.
(Borges, Jorge Luis. 1974. Pág. 39)
ALGUNAS CONCLUSIONES
Teniendo en frente las consideraciones anteriores, gracias a las cuales se hizo posible acceder a una panorámica de los territorios generales de la fenomenología y la poesía, no es difícil advertir entre ellas proximidades generales que podemos enunciar en los siguientes conceptos: 1. El mundo se constituye a la vez en objeto de la fenomenología y en objeto de la poesía (que como ya dijimos puede ser vivenciada bajo cualquiera de las formas del arte). 2. Tanto la fenomenología como la poesía requieren de la imaginación y la intuición en tanto que a través de ellas es como se posibilita el acontecer de las causalidades y renitencias entre los entes del mundo. 3. Tanto en el campo de la fenomenología como en el de la poesía se acude a la remembranzas o rememoraciones de la experiencia del sujeto en las dimensiones de tiempo y espacio, y dentro de unas relaciones de causalidad, para que en la búsqueda de lo esencial del ser de los entes no se naufrague en una simple estructuración entre cosas que se conectan desde los aspectos positivos del lenguaje. 4. En ambas, el sentido no está ni en los objetos ni en las palabras; por el contrario, es en su totalidad, en sus infinitas posibilidades de relación, como se dan los objetos y las palabras de manera esencial. 5. Por todos los anteriores aspectos, el mundo se constituye y se da, al fin y al cabo, como una confluencia infinita, perpetua e inagotable de horizontes que el hombre (en perspectiva tempo-espacial y causal) constituye y llena de significados. Esta dación de significados o de sentidos del mundo y del ser, desde la esencialidad, es lo que otorga carácter de verdad tanto a la fenomenología como a la poesía. 6. Para las dos, en fin, el mundo se constituye como tarea a través de la cual el ser encuentra su verdad. Como Dasein, como ser, el hombre solo tiene sentido en cuanto se da con y en el mundo; constituirse el mundo como tarea, significa simplemente la necesidad de transformarlo o cambiarlo, es decir, trasladarlo de sus limitadas formas objetivas en que se le quiere encerrar y llevarlo a los amplios horizontes en que se confunde con el ser en sus dimensiones de tiempo, de espacio y en sus situaciones y remisiones, que le dan sentidos infinitos y esenciales. Estas son las tareas de la poesía y de la fenomenología y en tales tareas encuentran y comparten sus preocupaciones. El mundo pues, es para las dos un absoluto imperativo: si se observa un camino, el mar, una montaña, un atardecer, una ciudad iluminada en la noche, un campesino o un artesano en sus labores, un niño en sus afanes, inmediatamente sabemos también que su importancia esencial no está en las formas, en los entes sueltos o aislados sino en un sentimiento de conjunto a partir de relaciones y de variaciones que los inscriben como acontecimientos en la perspectiva del hombre: fenomenología y poesía son formas de acontecer los objetos; son horizontes en que se revelan como acontecimientos. Nada está dado definitivamente ni en poesía ni en fenomenología; gracias a las dos, el mundo acontece y el hombre se da perpetuamente en sus infinitas formas de devenir. Hombre y mundo se están revelando, nada está dado en ellos; todo está por darse, incluido lo impensable. El motivo de la fenomenología y el de la poesía no es otro que la necesidad del hombre de sentirse esencial en el mundo; la esencialidad se encuentra en la dación de un orden determinado a dicho mundo, un orden humanizado y humanizante que otorga la unidad del hombre y el mundo desde la conciencia. Fenomenología y poesía son entonces sistemas de ordenamiento significativo del mundo, un ordenamiento sagrado, no en sentido propiamente religioso sino en el sentido en que desde ellas se busca lo originario, lo unitario del hombre en el mundo de la vida, la verdad de un ser que circula entre las cosas, en conflicto con ellas, tratando de comprenderlas desde lo profundo de su imaginación, desde su capacidad de soñar, de esperar y de darle una dirección a su espíritu. Entre fenomenología y poesía solo hay variaciones de tono, transformaciones aparentes que solo cambian el matiz de aproximación a las cosas de un mundo y al sentido del hombre en tal mundo. Ni la fenomenología como ciencia estricta es tan radical o rigurosa como algunos pueden pensar ni la poesía es algo tan caprichoso o fantasioso como muchos quieren darlo a entender. Las dos se sumergen en las opacidades de un mundo en permanente constitución al que se llega desde la experiencia y que aun desde ella sigue constituyéndose. Las dos lo significan sin pretensiones racionalistas y sin que tampoco por ello el mundo deje de ser esencial, o deje de ser verdadero.
Y, para concluir, así como es difícil en los ejemplos dados (en la descripción inicial del puente o en los versos correspondientes a la casa o en la descripción de la muerte y lo que ella evoca, o en el poema de Borges o el fragmento de Sartre) establecer diferencias puntuales entre la descripción fenomenológica y la poesía dado que ninguna de las dos se reduce a ser una cuestión meramente técnica, dado también que las dos se ocupan del mismo objeto (el mundo y el ser o el hombre), dado que las dos tienen su esencia en la relación ser-lenguaje y que en esta relación es que se funda y se inaugura permanentemente el mundo, y dado finalmente que las dos se constituyen como sistemas de significación más que como simples disciplinas estructurantes de las relaciones entre las cosas, asaz difícil es también pretender establecer diferencias esenciales entre ellas: Si en el amor y en el odio, en la vida y en la muerte, en la esperanza y la desesperanza, en el temor y en la alegría, en la duda y la desesperación es como, según Sartre, tanto el hombre como el mundo se revelan en su verdad, entonces fenomenología y poesía se hermanan en lo esencial, pues estas pasiones y sentimientos son precisamente las dimensiones desde las cuales el mundo de la vida acontece, y el acontecer del mundo es ya de por sí el universo común de la poesía y de la fenomenología.
Para mí este punto de las diferencias exige un arduo esfuerzo, más arduo que el de sus afinidades; como intentar determinar con exactitud si el siguiente fragmento de la novela La Casa de las dos palmas, de Manuel Mejía Vallejo, es una descripción fenomenológica o un profundo horizonte en que lo poético provee la fortaleza del sentido. En el texto, el lenguaje tiene la fuerza y la pureza de lo originario; las palabras parecen pronunciadas por primera vez y en realidad lo son; y al serlo, se constituyen en inauguradoras del sentido. Podríamos en realidad afirmar que en este texto, tal como acontece en el horizonte poético y en el ejercicio fenomenológico, el lenguaje nos libera del referente concreto y objetivo y nos remite a un infinito territorio de relaciones del ser con el mundo, del ser como parte de un mundo en que se inauguran o abren sentidos siempre nuevos inscritos en las oblicuidades de la experiencia del hombre en el tiempo y en el espacio. En este fragmento el autor se refiere al verano: “…Olor de naranja madura, de corteza reventada y capotes aireados por insectos amigos del color. Silbos frescos hacia el cielo sin nubes, viento detenido en el mínimo temblor de la hoja, siluetas del monte destacado contra el crepúsculo del incendio. Y hacia él los mugidos de las reses, el relincho de los caballos, ladridos perezosos, la polvareda de cascos en estampida. Y maduraban los tamarindos y engrosaban los zapotes y doraban las ciruelas con picotazos y cantos; y se esferizaban más los totumos en su verde opulento, y cocos y papayas crecían sobre la prodigalidad del suelo; y los mangos amarilleaban y enrojecían su corteza a la pulpa jugosa y aromosa. Y alargaban sus cimitarras los cañafístulos, y endurecían su caparazón los algarrobos, y florecían ceibos y gualandayes y sobre cercas y solares la invasión de sandías y estropajos y todo el cielo lleno de alas verdes, rojas, amarillas contra el crepúsculo incendiado. Y un aroma dulce de fruta rajada y miel y colmena y nube de verano.” (Mejía Vallejo, Manuel. 1991. pág.207)
Y veamos este otro ejemplo: ¿qué tipo de texto es éste que a la vez que eleva la lluvia a la cumbre de lo poético, la toma como medio para trasladar el espíritu a un tiempo y a un lugar distantes ya de este presente? ¿Acaso en este poema no se alcanza la vivencia pura en que la lluvia deja de importar como mera lluvia para adquirir una condición de esencialidad que se adentra en vivencias inscritas en un tiempo, en un espacio y en unas circunstancias trascendentales para el ser? La lluvia aquí, como vivencia, como eidos, está rodeada de remisiones, surcada de asociaciones, cruzada de determinaciones que nunca se agotan y que más bien generan ámbitos nuevos del estar metafísico del hombre. En el siguiente poema, la lluvia no simplemente está ahí; hacemos caso omiso de ella como cosa real, no nos importa un juicio empírico sobre ella; aquí la lluvia es otra lluvia, lluvia que acontece, que se da, que se revela con una potencialidad extraña que nos lleva a otra región de la vida del hombre; esta lluvia, se llena de voces y recuerdos, de tiempos y espacios; es infinita. Esta lluvia no es un simple remedo que haya quedado en la conciencia a partir de la percepción del objeto concreto lluvia; esta lluvia es esencial, acontece, y, más allá de ser mero simulacro, es una forma de conciencia que irrumpe del mundo de la vida para llenar de sentido parte la existencia.
LLUVIA*
Dulce caer de la lluvia
En los sueños,
En los recuerdos,
En las misteriosas fantasías
De mi perdida juventud.
Suave crepitar del agua
Horadando el sólido muro del olvido,
Entreabriendo los horizontes
Refundidos en las marañas del tiempo.
Y luego, lenta huída de la lluvia
Que pasa y se va
Cerrando – como párpados –
Los ventanales del viejo tiempo.

* Poema de autor anónimo.
NOTAS Y BIBLIOGRAFIA

- Borges Jorge Luis. 1974. Obras Completas. Emecé Editores. S.A. Buenos Aires.
- Husserl, Edmund. 1986 Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica. Fondo de Cultura Económica. México.
- Heidegger, Martín. 1995. Arte y poesía. Fondo de Cultura Económica. México.
- Gadamer, Hans George. 1988. Arte y verdad de la palabra. Paidós. Barcelona.
- Bachelard, Gastón. 1995. La poética del espacio. Fondo de Cultura Económica. Bogotá.
- Sartre, Jean Paul. 1985. Escritos sobre literatura 1. Alianza/Lozada. Madrid.
- Mejía Vallejo, Manuel. 1991. La casa de las dos palmas. Planeta. Bogotá.
- Vargas, Germán y Reeder, Harry. 2009. Ser y Sentido. Editorial San Pablo. Bogotá

Seminario : " Vigotsky- Luria: Dos maestros del sentido para maestros con sentido"


Para profesionales de la educación y del sentido, el 12 de febrero de 2010, el Proyecto curricular Licenciatura en Educación básica con énfasis en Humanidades y Lengua Castellana de la Facultad de Educación de la Universidad Distrital, inicia seminario abierto interdisciplinar e interinstitucional en torno de la obra intelectual y de las proyecciones educativas, pedagógicas y didácticas de los pensadores rusos Lev Vigotsky y Alexander Luria. El seminario discutirá con ánimo aplicado los conceptos fundantes propuestos por los autores citados ( lenguaje interior, pensamiento discursivo, melodía Kinética...).


lunes, 9 de noviembre de 2009

La escritura: breve cronología de una pasión


La escritura: breve cronología de una pasión

Jairo Aníbal Moreno

Escribir es uno de esos tantos goces de la inteligencia humana apaciguados en la escuela. Precisamente allí, su magia es derribada por la avalancha de tareas insulsas propuestas con el fin tirano de domesticar la mano, esclavizar los sueños y disecar la mente.

Ésta, el motor de la inteligencia y el aprendizaje, queda casi siempre irremediablemente atrapada en los escombros de tantos palitos y bolitas; queda encarcelada y sin destino cierto entre las enormes barricadas construidas con “Mamá amasa la masa” con “la mula asoma en la loma” y con la infaltable “ Susy asea la mesa.”

Casi veinte años más tarde, aquí, en los últimos peldaños de la vida universitaria, en el momento en el que creímos haber conquistado para siempre los máximos honores de la práctica escritora ( quizás por el hecho heroico, de haber sobrevivido a tantas faenas desgastantes) descubrimos que la lista de proyectos infantiles fracasados, está encabezada por el más añejo, el más querido pero también el más reprimido de todos: aprender a escribir, ello es, aprender a tejer, a llenar de movimiento, de gracia, audacia y emoción, el puñado de grafemas atrapados en nuestro código alfabético.

El peso de esta ausencia en no pocas ocasiones nos derriba: entonces, escondemos la mano, congelamos las ideas y sepultamos la ilusión.

Corresponde entonces ahora, superar con la decisión de soldado a punto de morir, esa manquedad para nada cervantina ganada tras las paredes de la vieja escuela. Sólo así podremos descifrar por fin y ojalá que para siempre los misterios que hacen de la palabra escrita, el instrumento más fino de la seducción

domingo, 27 de septiembre de 2009

SIGNUM Aula abierta. Nuevas inscripciones..




Según el programa de preselección previsto (que termina el próximo 15 de diciembre) el grupo y Semillero de investigación SIGNUM Aula Abierta, colectivo dedicado a la investigación en los asuntos propios del pensamiento, el lenguaje y la pedagogía, abre nuevamente convocatoria para preseleccionar a 1o aspirantes para sus Mesas de trabajo: Desarrollo del pensamiento, comprensión discursiva, desarrollo de la creatividad, apoyos pedagógicos para sujetos con Trastornos Neurodiscursivos, escritura creativa y pedagogía de la lectura.
Pueden participar profesionales y estudiantes de psicología,Fonoaudiología, filosofía, sociología, literatura, linguística, egresados y maestros en formación de las Licenciaturas en Educación Especial, psicopedagogía, Lenguas modernas, Lengua Castellana, Educación infantil.
Las personas interesadas deben manifestar su intención al correo ( antes del 8 de octubre de 2009) signumaulaabierta@hotmail.com y luego diligenciar el formato que desde allí les será enviado.

viernes, 18 de septiembre de 2009

ESTRÉNATE MAESTRO

SIGNUM aula abierta invita a Licenciados en Educación Especial, en Lengua Catellana, en Pedagogía infantil ... que se hayan graduado en los dos últimos años o que estén actualmente adelantando su TRABAJO DE GRADO en el campo de las NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES a que presenten su trabajo en el congreso ESTRÉNATE MAESTRO, organizado por la UNIVERSIDAD DISTRITAL ( a mediados de octubre de 2009) para que los nuevos profesionales en estos campos y en esta temática, compartan sus experiencias investigativas con la comunidad académica nacional. Remitir resumen del trabajo de grado ( máximo 500 palabras) a estrenatemaestro@hotmail.com, jairoanibalmorenocastro@yahoo.com o a signumaulabierta@hotmail.com

domingo, 6 de septiembre de 2009

Los placeres ocultos del texto


Apreciados colegas, amigos, compañeros y cofrades,

Remito a mis amigos más sabios, generosos y sensibles, con la idea de que se repare y fortalezca con su lectura, este texto corto, de tono narrativo y personal ( Los placeres ocultos del texto) . Es el primero de una serie de conversaciones pedagógicas. Unas publicadas y otras, todavía buscando un rincón en la academia.

Agradezco, como siempre su lectura.




CONVERSACIONES CON YURANI
los placeres ocultos del texto[1]

Jairo Aníbal Moreno[2]

“Papi, yo también quiero crecer”
(Y.M.)

“Ya sabemos cómo es sin respuestas, pero
¿Cómo sería el mundo sin preguntas? (M.B.)

¿Cómo sería tu mundo sin preguntas? Sin ellas, CRECER, sería tal vez una ambición irrealizable.

Para que no falten los dilemas en tu vida, para avivar, solidario, tu deseo de crecimiento, te he traído hoy el mejor de los juguetes: Un juguete milenariamente novedoso; un juguete que al final tendrá más vida que la nuestra junta y que - con seguridad - estará aún joven despidiéndonos el día de la partida. Te he traído un juguete nuevo, un monstruo inmortal de cuerpo frágil y alma endurecida; un amigo leal, ventrilocuo versátil, colmado de voces, con millones de sonrisas, misterios y cabezas. Desde hoy tendrás siempre contigo un compañero para tus sueños que, como aquella vieja escoba alada y de relincho silencioso, te invitará generoso a la acción, a la emoción y a la ilusión.

El juguete que hoy te traigo, no lleva el tiquete de importado, no adelgaza tu imaginación. No está hecho para que lo admires fascinada ni para que te convierta en testigo inmóvil de sus acrobacias programadas. No es, como los otros, un juguete que te elimine el gusto, ni la sorpresa, ni el placer, ni tampoco el riesgo de jugar. No es el trompo de temporada ni el microrobot de vacaciones. Es, en cambio, un juguete sincrético, útil para todos los lugares y justo para todos los tiempos, en cuyo espacio íntimo se unen las alegrías y las desesperanzas, entrecruzándose allí mismo, las fronteras de la realidad con los linderos de los imposibles. Para que juegues a buscar tu libertad, te he traído un libro.

Un libro sigue siendo el mejor de los juguetes, mucho más hoy cuando los niños como tú se comercian a buen precio en los mercados de la infamia. Lo es con más razón ahora cuando, balas perdidas, sádicos voraces y enemigos de la vida, han expulsado a los niños de la calle, extinguiéndoles el dominio de los parques y con ello la oportunidad de vivir y crecer cerca de la vida misma, al lado de sus constantes estallidos cotidianos. Hoy, Te he traído un libro para que te acompañe en este apartamento, privado de lugares mágicos. En este corral sin mares ni albercas para tus barcos y sueños invencibles.

Un libro es un juguete que como ninguno puedes y debes armar y desarmar, romper y componer. Es una quimera que cambia permanentemente de forma, no siempre delante de tus ojos, sino generalmente lejos, allá en el jardín encantado de tus fantasías. Cambia su forma, remodela su ropaje, no por la acción directa del botón que lo controla, sino por tus manipulaciones creativas. Es un juguete con valor de eternidad. No es como la “Barbie” ni como la lavadora en miniatura; no se parece a la secadora de pilas que exprime tus vigores; tampoco es como la estufa plástica, limpia y rosadita, que igual a los demás juguetes de tu armario funcionan para acomdarte tempranamente a esta videosociedad morbosamente acelerada. El juguete que te traigo es diferente: te introduce en el mundo de la vida pero no te niega la posibilidad de transformarlo; te divierte sin que paralice tu razón; no castiga ni compite on tus juegos de palabra. Por el contrario, los promueve con vehemencia.

Un libro es un pretexto para el juego de leer; te protege de inmediateces y de certidumbres; rescata del cautiverio tus fantasías; te defiende del acecho de tantos silencios aparentemente promisorios, entrenándote en la vieja profesión de visionaria. Jugando a la lectura podrás mirar más allá del aquí de tus narices; así, lograrás ver que además de hambre, traiciones y desidias, la vida tiene alegrías reservadas para quienes consigan sobrevivir al más moderno de los naufragios de la especie humana: El Eclipse de la Letra, convertida hoy en un signo de regreso hacia el silencio.

Al lado de las hambrunas , epidemias y pandemias tercermundistas, el eclipse de la letra nos bosqueja un destino incierto, al que por falta de lectura, llegaremos irremediablemente escasos de memoria; es decir, sin más testimonio de la novela humana que las pocas señales sensoriales que cada uno alcance a guardar temporalmente en sus archivos cerebrales. La gran memoria de la humanidad, esa que se instala en las letras de los libros y que es preservada por cada jugador en la lectura, existirá mermada en el futuro que ya llega y al que sin remedio no estamos ni estaremos bien-venidos.

O que ya llegó. ¿Recuerdas la última novela que leímos? La de Ray Bradbury, aquella que decían era de ciencia ficción porque hablaba de una extraña sociedad de bomberos incendiarios, quemadores de libros y de ideas. Fahrenheit 451 es su título , “La temperatura a la cual el papel arde y quema), se explicaba más abajo.

En dicha obra, escrita décadas atrás, se auguraban ya las peripecias del lector moderno: ejecutor de un juego peligroso y prohibido. Aquí, en nuestras comarcas citadinas, lo mismo que en la sociedad de la novela, leer es una acción no favorecida porque obliga a pensar y es pensando como ciertamente descubrimos las franjas grises de la vida. “Leer obliga a pensar y pensar arriesga el equilibrio, amenaza la felicidad”.

Leer, -allí y aquí, antes y ahora- es un juego peligroso porque en él se encuentran las claves del futuro. Por él, el lector arriesga quizás su felicidad al colocarse de frente a la verdad. Es cierto, por los caminos de la letra nos cercioramos de que la vida no siempre es como la soñamos, sino tan sólo como es, es decir, con fracasos, con tropiezos, con dictadores, con dioses castigadores, con gobernantes torpes, corruptos e intolerantes, con profesores neuróticamente apegados a las formas y con no pocas amistades desechables.

Tú, que a los tres años de edad eres ya consumidora habitual de la industria informativa y víctima de su violencia simbólica, ya lo aprendiste: también aquí como en el país de Montag (protagonista de la novela) el libro, la lectura y el lector son penalizados por leyes anónimas e inviolables. Entre nosotros merodean camuflados bomberos incendiarios con la misión de quemarnos las ganas de Leer y amparanos, de paso, del infortunio del Saber. Todos, como en el país de Montag, tal vez tenemos la obligación de ser felices. Comprometer los afectos y los pensamientos intentando desentrañar los misterios placenteros de la letra, es un acto cada día más desafiante, una tarea irreverente y peligrosa.

Quizás tengas razón en lo que piensas: el juego de leer, no parece tener mucho sentido en esta cultura tiranizada por las cosas que le han tomado enorme ventaja a las palabras. Jugar a leer en esta sociedad movida por el afán, el desconcierto y el concretismo no deja de ser en apariencia, una conducta anacrónica y tediosa. “Somos tan sólo un desgarrón de las cosas” anunciaba Foucault, hace no más de cuatro décadas, provocando la indignación de ciertas conciencias racionalistas de mitad del siglo pasado. Ahora, cuando la existencia humana se ha cuadriculado tanto, volviéndose la vida en extremo previsible, su célebre sentencia ha pasado de ser una metáfora desafiante, para constituirse en una manifestación real del opacamiento del espíritu humano, merced al imperio de las cosas, en cuya dictadura se estrangula la palabra y con ella la poesía, los juegos creativos y a los niños.

En esas circunstancias el libro no podría dejar de ser una cosa más; una mercancía promocionada con arreglo a las leyes del consumo y de la sociedad que consume y se consume. Como “Leer es aburrido” y hay tan poco tiempo para ello, la literatura ha sido condensada en breviarios insustanciales de ágil revisión: “Lea los clásicos en diez minutos” Aquí tiene el resumen con la interpretación incluida. Cambio análisis de Romeo y Julieta por DVD repetido de Nintendo.
Tú lo viste y escuchaste muchas veces. Lo viste y escuchaste en la Internet que nos atrapa, en el periódico de turno y en la televisión que te cautiva. También proveniente de cualquier cerebro de goce apaciguado, escucharás muchas veces que:

Si no quieres leer, te puedes salvar bajando el resumen de la red que lo sabe todo, que lo tiene todo, que permite todo. Ahorrarás entonces tiempo y energía”. Te habrás salvado de leer.

Después escuchar tantos consejos ventajosos, no me sorprende tu pregunta: ¿Para qué leer?- Para que tengas algo que decir cuando tengas que decir algo –fue mi respuesta-, que hoy reconozco, como todo lugar común, simplista e impertinente. Creo que tienes razón: pocas veces tenemos la ocasión o la urgencia de decir algo nuevo. Uno, como le gustaba decir a Lacan, nunca dice nada más que una misma cosa.

Y si todos somos repetidores de frases repetidas; si la palabra ha caído por el despeñadero de la inercia; si nos educan más para reproducir y creer que para pensar y crear; si nos forman más para consumir que para imaginar; más para ver que para soñar, cuándo y para qué tener algo que decir? El universo del verbo es cada día menos ancho y más ajeno. La verdad es que ante las promesas de confort y el apremio sugestivo de las cosas, cuesta mucho: “Decir que no, decir no quiero” –C
como en el poema de Benedetti-. Te mantienes digna, por un tiempo leal a tus principios, hasta que un día extiendes la mano y vez que nunca más puedes cerrarla y empiezas entonces a existir de afán, angustiada, con la mano por siempre pordiosera, entonces tus encuentros afectivos se trivializan, tu comunicación se angosta, tus rutinas se monotematizan. Luego intentas cambiar, enriquecer tu vida y por momentos lo consigues, pero bien pronto ingresas a una rutina semejante a la anterior.

Todo parece estar dispuesto entonces para que la incomunicación y el estereotipo sean la norma. De tal manera que cualquier intento por burlar el cerco, que cualquier maniobra pensada para escapar de la pasividad del rebaño, son actos controlados de manera fácil. Como en el cuento de Monterroso que tanto te gusta. Aquél en donde las ovejas que se salen de la norma, las que dan un paso al frente y deciden liderar su propia historia, las negras, son irremediablemente fusiladas. ¡Cuidado! Este juguete puede convertirse en una de ellas. Después de cada juego con él te sentirás más hábil para ir por tus medios programando tu destino. Con cada jugada te sentirás más libre y eso gusta poco a tus profesores y verdugos, quienes tienen la misión oficial de forjar tu disciplina. El juego de leer no es, entonces, una acción inservible, nada como la lectura. Ella te llena de muchos ojos mágicos, para que conozcas de la realidad sus rincones escondidos. Nadie como un libro te afina el oído y la sensibilidad para interpretar el canto polifónico de la vida, en el que , las diversas voces humanas corean a su modo sus vivencias.

Es por eso que desde hoy quiero que le arrebates a tus otros goces un instante para que juegues a leer. Cuando puedas descansar de tus carros autotransformados y de tus muñecas de pasos calculados, encontrarás en la lectura mejores poderes y esperanzas. Tienes que entenderlo: Leer es un juego libertario y el texto es un juguete luminoso que se renueva en tu mente sin cesar. No es desechable. El texto es un juguete solidario con tu historia; es el episodio que prolonga tu destino, es el amigo y compañero permanente.

Leer es jugar a encontrarnos y a encontrar a los otros en las letras. Ese juego te rompe el uniforme, te hace diferente, te recuenta las versiones, aversiones, diversiones y perversiones acumuladas por quienes nos antecedieron con su drama en este mundo de contradicciones. El libro es un juguete que audas a construir, a reformar,a destruir. Es un espacio abierto a tu talento, permeable a tus ideas y tolerante con los latigazos de tu imaginación.

En la medida en que puedas participar activamente de las construcciones, reconstrucciones, destrucciones y proyectos del juguete, serás verdaderamente protagonista de una travesura placentera por la cual tendrás ocasión de reinventar tu prehistoria ya olvidada: En la libreta de registro de tus progresos diarios está escrito que tus primeros entretenimientos siempre estuvieron acompañados de palabras: cancioncillas, rondas, trabalenguas. Todos juegos de lenguaje.piruetas de palabras. Recuerdo que cuando aún las palabras no habían llegado a tu vida para llenarla de fortunas y de trampas, ya jugabas en la cuna a producir sonidos que excitaban tu garganta. Luego, por algún tiempo, prolongaste tu diversión con las palabras, entonces contabas historias increíbles; exprimías de los libros las palabras y sacabas de ellas los significados: todos falsos pero propios. No conocías las formas de las letras. No sabías leer pero si disfrutabas ya con los placeres de ese juego.

Así eras: feliz y eficiente iletrada hasta que un día tuviste una silla en el colegio. Dejaste entonces de ser lo primero y lo segundo, se te notaba un poco menos. Allí, guardaste por un tiempo tus igenios. Aprendiste a dibujar bolitas, a acumular palitos en las hojas mientras domesticabas tus goces y tus sueños. A punta de rigor y reglamento encarcelaron la pasión. Aprendiste a contar y te volviste grande. Empezaste entonces a contar monedas y defectos de la gente.

En el colegio aprendiste muchas cosas sabias: Te enseñaron a trazar líneas derechas, a no llenar con “tus cosas” los cuadernos; aprendiste a respetar los bigotes, las sotanas y las canas. De repente te poblaste de miedos, comenzaste a archivar tus ingenios; dosificaste tus corajes. Conociste en el colegio otros secretos de la vida, tuviste que modificar significados que creías adquiridos como el de orden, libertad, responsabilidad. Allí, en ese jardín de flores controladas supiste la importancia de las filas, lo mismo que el valor de la obediencia. Así que no te cansabas de llenar de planas tus cuadernos. Aprendiste diariamente que debes, sin estar cansada, descansar en el recreo. Te ilustraron con esmero; las letras perdieron desde entonces su misterio (empezaste a reconocerles su derecho y su revés) y con él cualquier retazo de emoción: no tardaste mucho en asociarlas con fantasmas, con pretextos y castigos.

Es cierto, aprendiste a “Leer” pero olvidaste su valor. No volviste a leer como antes cuando no sabías hacerlo, quizás porque descubriste que las letras “hablaban de cosas tan extrañas para ti”. No encontraste sitio en esos trabalenguas irrepetibles con los que tus maestros pretendían promoverte el gusto por la letra. Aunque contabas de memoria estribillos sin sustancia, tenías dificultades para saborearlos realmente. Todavía desconoces el misterio de aquella historia con la que midieron tus proezas en el juego :



Desprecio a ese preso reprimido y engreído que en este sitio peregrino
Paga el precio de propagar información profana en contra del profeta
Y de otros presuntos próceres probos del progreso. (No del congreso)

La verdad es que tus logros prematuros en el colegio, nos llenaron de orgullo a todos. “Tiene los cuadernos ordenados, la letra no se sale de la hoja, es muy respetuosa y obediente”, comentaba siempre la maestra. A los cuatro años eras una cuadróloga ejemplar: por más empeño que pusieran todos, nunca podríamos confundirte, distinguías desde lejos los cuadrados de los triángulos (Algún día le sacará provecho a ese saber profundo, vaticinaba optimista la maestra). Con eso compensaste la alegría perdida.

Por eso quiero hoy recordarte tus afectos iniciales por las letras. Quiero que no olvides lo que, sin que nadie te enseñara, ya sabías: que los libros tienen palabras y éstas, letras bondadosas en sorpresas, en olvidos y en adioses, en siempres y en jamases, en sueños, en risas, en verdades y en placeres. Así que lo importante de las letras no es su vestido sonoro, no es su forma por curvilínea, esbelta y seductora que sea, lo realmente importante es lo que tienen clandestinamente escondido para que personas como tú se lo descubran. El valor de las letras, está en que ellas son un armario al que ayudas a poblar con tus deseos.

Aquí tienes este libro. Con él estarás un poco menos solitaria. Aunque un libro es un amigo muy valioso necesitarás muchos más para crecer, es decir, para saciarte de preguntas. Aunque a decir verdad vale más un libro bien leído que toda una biblioteca “sobrevolada” apenas. Por ahora aprovecha éste que tienes, empieza la lectura y darás comienzo a un juego apasionante en donde siempre ganarás. Mientras vas leyendo, es decir, conversando con el libro, dudando de él, confrontándolo, cooperando, vivirás de cerca la victoria.

Leer es un juego que destierra la derrota. Se trata de una adivinanza de múltiples respuestas. Es un juego que tiene sus reglas; tal vez no tan simples como las que te enseñaron tus maestras, quienes creían que “libertad era tan sólo una palabra aguda, que muerte era tan sólo grave o llana y cárceles por suerte una palabra esdrújula.” Ellas creían que el acento de las palabras estaba en la superficie de las letras y no en lo humano de su contenido. Estaban convencidas de que leer era únicamente una actividad muscular y sonora apoyada exclusivamente en los sentidos. Tú esperabas algo más emocionante que dotar de sonido mecánico cada letra que iba siendo recorrida por el ojo. Tú querías aprender a desvestir las palabras, a romperlas y a hacerlas de nuevo florecer. Para estos propósitos necesitaste de un juego más avanzado en reglas y estrategias.

Recuerda las reglas de ese juego. Son de tres tipos: el primero tiene que ver con tus emociones, con tus motivaciones. Ellas se moldean a partir de lo que ves, de lo que escuchas, de lo que percibes en tu casa, en el colegio, y en la calle. Si vives con personas que amen la lectura estarás mejor predispuesta para el juego.

El segundo tipo trata de tus habilidades individuales para el juego. Tu desarrollo personal debe haber sido estimulado para la búsqueda; debes ser experta en tareas creativas. Si logras encontrarle semejanza a cosas que parecen no tenerla como (por ejemplo) un zancudo y una reina de belleza en tanga; si encuentras diferencia en lo que a primera vista se antoja como idéntico, tu rendimiento en el juego será bueno. El hallazgo de las diferencias no es tan sencillo como podría pensarse; se trata de ir más allá de lo uniforme. Así que tendrás que desprenderte de la frase que hicieron famosa Marx y miles de mujeres despechadas: “Todos los hombres son iguales”. Para el caso no te sirve. Te es más útil lo cantado por el viejo Yupanqui: “Las penas y las vaquitas se van por la misma senda, las penas son de nosotros…las vaquitas son ajenas”. Así que percibir el rasgo de distinción existente entre elementos vecinos en la forma, en el contenido o en el espacio, es la operación intelectual básica para jugar a la lectura. En general debes especializarte en relacionar: comparar, clasificar, complementar, tranferir, contrastar los pedazos del texto que vas descubriendo. Luego tienes que buscarles conexión con otros textos y con todo lo que sabes de la vida.

El tercer tipo de reglas está vinculado con el juguete mismo. Especifica las cualidades que debe tener para ser entretenido y manejable. Como se trata de un juguete que debe confundirse y acoplarse a las características del jugador, su elaboración precisa de una bien pensada planeación. En mayor medida cuando lo usan de jugadores principiantes. Los no lectores pueden seguir siéndolo por culpa de alguna imprudencia textual: estructural, contextual o temática. Más en detalle, las reglas dicen que debes tener en cuenta lo siguiente:

Para abrir el juego debes estar motivada y enteramente lista. No puedes jugar de mala gana. Leer para conciliar con tu maestra o con tus padres sin otro deseo adicional, es aventurarse a un fracaso innecesario. No se juega a leer para llenar de honores la libreta. De otra parte, tú tienes que decidir el qué, el cómo, el cuándo, el dónde y el hasta cuándo de tu juego. Como jugadora inteligente debes estar anímicamente preparada para desempeñar en la lectura varios papeles simultáneos: serás actriz imaginaria; también adivina y agorera; interpretante crítica, traductora simultánea de las intenciones y pensamientos de los protagonistas, espectadora activa y por último, harás el papel de científica, puesto que tendrás que lanzar sin parar, hipótesis que luego descartarás, aprobarás o reconstruirás acerca del presente y del futuro del juego. Si quieres con tus hojas y crayolas pintar lo que has leído, será beneficioso para el juego. Cuando puedas conversar, dialogar, controvertir, solidarizarte con el texto, habrás comprendido de mejor manera el juego.

Además de lo anterior, necesitas para mejorar tus habilidades, ver menos televisión de la que quienes pretenden amarrarte, te sugieren. Hazlo así y conseguirás mejores condiciones para comprender y gozar con tus jugadas. Leer significa siempre comprender y aunque ello no sea sencillo, es el propósito final que en este juego no puedes eludir. Si comprendes lo que lees, comprenderás mucho mejor tu vida y la vida. Comprender es valorar, es criticar (lo que quiere decir, promoverle al juguete más de una crisis). Comprender es desenmascarar el texto de artilugios e intenciones.

Comprendiendo lo leído no serás sabia, pero sí, más grande. Es probable que no seas la mejor, pero seguramente, serás cada día mejor. Para conseguir buenas comprensiones es urgente que recuerdes lo leído para ir relacionando permanentemente todas las palabras y las ideas del texto, encontrándoles sus complementos y contradicciones. Tienes simultáneamente que buscarle a esas ideas un sitio en la vida, y en tu vida, involucrándolas con el mundo y con tu mundo. Tienes que aislar del texto todas sus partes, desarmarlo, para organizar con ellas un todo que puedas después armar de mil maneras.

Debes seguir los indicios, buscar las huellas, llenarte de sospechas, de visiones anticipadas y de maniobras para comprobarlas. Para que descubras los placeres escondidos del texto es inevitables que leas en él, lo dicho y lo no dicho. En lo que se calla, están generalmente las claves que ayudan a descifrar lo realmente relatado. Tienes que presuponer, sobreañadir e inferir. Estás obligada a cerrarle al juguete todas sus puertas entreabiertas, también a abrirle y fabricarle algunas más. Así que busca en el texto las ventanas y los laberintos; asómate a las primeras y esquiva las encrucijadas estériles de los segundos. Sin todo ello, los placeres del texto te serán negados o serán demasiado tibios para alentarte a emprender nuevas aventuras. Habrá, entonces, acabado el juego para ti.

Finalmente para que el juego de leer te otorgue adecuados niveles de placer, debes exigirle a tu juguete buena calidad. Debe sentirse siempre como un inconcluso. Siempre recibirse en estado de propuesta. Tiene que ser dadivoso en dilemas y en escondites sin que ninguno de ellos sobrepase tu capacidad de búsqueda y respuesta.

El texto necesita ser sólido pero al mismo tiempo vulnerable. Es un juguete que no puede presentar murallas insalvables. Si te deja espacios amplios para tus maniobras y si su estructura, función y contenidos armonizan con tu estructura, función y contenidos, el texto se constituirá en un juguete ideal que no sólo te seducirá para siempre sino que será el más fuerte impulso para tu crecimiento. Hasta ahí, lo esencial del juego. Como han avisado con claridad los nuevos teóricos de la lectura.



El placer del texto es el aspecto
Fundamental del juego de leer; no
Es tan sólo- y como suele creerse-
Un efecto secundario.


Si se cumplen las reglas de tu juego, será tuyo ese placer y vivirás en adelante con la mente desatada, siempre alerta para el vuelo. Tal vez no te colocarás definitivamente a salvo de los engaños, y de las demás mezquindades humanas. Probablemente la lectura no podrá inmunizarte contra las propuestas superficiales de tus enemigos, ni te evitará el insomnio ni la preocupación por tantos desarreglos sociales. Seguramente no. Lo que con certeza conseguirás al lado de los placeres de la letra es abandonar el grupo de los seres humanos incapaces de pensarse a sí mismos y de someter a revisión reflexiva los percances diarios de su entorno. Con la lectura no solamente custodiarás tu capacidad de asombro: también agregarás a tu existencia una nueva dimensión, convirtiéndola en menos provincial y más plural.

Si no es así, si son los bomberos culturales los que ganan la contienda, consiguiendo que te alejes y nos alejemos de los libros, entonces sí que dejará de ser inverosímil la pesadilla de vivir en un país como el de Montag, en donde se siente como algo natural que los niños se maten ente sí.
Toma este libro que te alcanzo.
Juega con él. Cólmalo de
Afecto. Descubre sus caminos.
Arráncale su verdad y entrégale la tuya.

Y pronto sentirás que por cada nuevo libro que incorpores a tu vida, habrá una cadena menos que te agobie.
Porque lectura también es libertad…

[1] Ponencia presentada ( ahora ajustada ) en el encuentro nacional de literatura infantil, Bogotá, Universidad Nacional, 1991.
[2] Psicólogo, Licenciado en lingüistica y literatura, director grupo de investigación SIGNUM, Semillero Signum Aula abierta.